Actitud rock

Fue en pleno apogeo de su banda The Doors cuando Jim Morrison fue detenido en los baños del estadio de Miami por un policía que le impidió seguir teniendo sexo con una groupie. Morrison, lleno de ácido y hasta el tope de Jim Bean, subió al escenario y le contó a la gente sobre el incidente. Sus compañeros sabían de sus actitudes, así que siguieron tocando la pieza en la que de improviso al cantante se le ocurrió decir su perorata. El resultado fue que acabó detenido y con el odio de sus compañeros por tener que pagar una millonada en fianzas.
Charly García descansaba en un hotel cinco estrellas cuando la prensa y su propio manager comenzaron a presionar con algo que todavía no se sabe con exactitud que era; las versiones varían. El caso es que vio la ventana y decidió saltar varios pisos hacia la alberca que lo esperaba tranquilamente.
Nuestro único rock star mexicano, es decir el proto-roquero Tin Tan tenía la misma actitud. Se dice que antes de cada filmación fumaba un porro de Golden Acapulco y que en una ocasión su yate, el Tintavento II, tuvo un corto circuito que inició un incendio. La mayoría de sus compañeros alcoholizados como él, se tiraron por la borda esperando salvar la vida. El pachuco tomó una cubeta que para su mala suerte y pachequés resultó ser gasolina.
Esos incidentes eran moneda corriente entre las estrellas de rock, esas que pueden permitirse locuras porque tiene una cohorte de seguidores que los festejan. La leyenda del guía en el laberinto, del mago eléctrico, que es capaz de infringir las normas y que por lo mismo molesta al status quo cada vez es menor. Ahora roqueros donan dinero para causas “justas” y el mismo Bono, ese santón irlandés, se vuelve director de The Guardian por un día para hablar sobre el sufrimiento de los africanos con esa palabrería tan demagógica que lo caracteriza. O los tapatíos de Maná (nombre bíblico que ya mostraba su actitud franciscana) hacen una inocua canción para el activista brasileño Chico Mendes, que, acá entre nosotros es de risa loca. Mientras a Mendes lo perseguían para matarlo los Maná dicen: pícale la panza te va morder (sic).
La actitud roquera cada vez más se diluye en estas generaciones carcomidas por la televisión y la promesa de vida fácil que nos brindan los supermercados. ¿Necesitas salsa para pasta? Ya hay en frasco. ¿Necesitas actitud revolucionaria? Camisetas del Che Guevara en el departamento de ropa.
Este danzón está dedicado a Amy Winehouse por su reciente ingreso al afamado club de los 27.

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