Antichrist Superstar

Para Omar Carrillo, por ser aferrado.

En los noventa se destaparon varias cloacas. Lo que había estado escondido durante los ochenta de pronto nos estalló en la cara. Adiós los días de bonanza petrolera, de Reagan y Tacher sonriendo, adiós los pantalones bombachos con camisas de seda. Los noventas nos recordaron que las drogas no son divertidas, que la iglesia y la familia son castrantes hasta el hartazgo.

Fue a principios de esa década que aparece un grupo formado por unos histriónicos personajes que combinaban el nombre de un asesino serial con el de una diva del cine norteamericano para tomar una personalidad propia. Marilyn Manson era el líder y también el nombre del grupo. El producto molestó a muchos, porque da directo en uno de los pilares del american dream, el ser famoso. Pero ese primer disco sólo les abriría un espacio en la industria para después dar el hachazo final con Antichrist Superstar, que vería la luz un 8 de octubre de hace dieciséis años.

Antichrist Superstar es un disco pensado para convertirse en un suceso. Él reverendo Manson, no es cualquier personaje. No es el típico roquero que busca espantar a los adolescentes que lo siguen para vender más discos. Heredero de varias corrientes artísticas, Manson ha tomado ideas de Frederich Nietzche, de Jodorowsky, del mismo Alan Parker, de la Tora hebrea y demás para conformar un collage de sueños y pesadillas que van directamente a la clase media de su país.

Satanizado en el acto, Manson, apoyado por ese otro genio del metal industrial Trent Reznor, logra crear texturas e historias que lo mismo aluden a los Keneddy (The Beautiful People) que al superhombre y la voluntad, a la manera nietzchiana. El disco fue un éxito de ventas y convirtió a Manson en una celebridad y en el coco que espantaba a los puritanos blancos de todo estados Unidos y de gran parte del mundo. “Uy, viene el demonio, no dejan que se presente en mi estadio”.

Lo llamativo del Reverendo es la mezcla. Al igual que Tarantino, no tiene una sola idea nueva o algo que no se haya dicho, ¿críticas a la iglesia?, ¿imágenes shockeantes?, ¿Música salvaje? Nada, Manson saquea pero sabe bien de donde. Sin duda un disco que vino a dar un giro a lo que pasa en aquellos y malogrados días.

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