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Mostrando entradas de diciembre, 2012

Los cinco mejores libros del 2012

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Todos hacen sus listas de lo mejor del año. En mi caso es lo que a mi parecer es lo mejor de lo que he leído durante este año. A fin de cuentas hacer una lista de “lo mejor de…” me parece tan totalmente subjetivo y inútil como enlistar las 13 mejores escenas de terror de los noventa o los 10 mejores balazos en la historia del western. Mi lista se reduce a los libros editados en México y que por diferentes razones he podido tener acceso a ellos. Sea pues, acá mi lista y las breves razones por las cuales están incluidos los títulos: 5.- Chinola Kid de Hilario Peña. Pocos escritores en México abandonan la solemnidad de la literatura mexicana que debe hablar siempre de “los grandes temas” y forjar frases que puedan ser repetidas por otros de sus colegas. Peña desde “Malasuerte en Tijuana” aceptó el reto de recurrir a los géneros y otorgarles suficiente calidad como para servir como literatura de disfrute y como relato de costumbres de una sociedad hundida en el narco. Chin

Belascoarán, Detective independiente

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El relato policiaco no es privativo de un sólo país pesé a que los norteamericanos e ingleses lo procuren con mucha dedicación. Lo mismo se hace en Argentina que en China o Grecia y en cada país tiene características peculiares. Sin embargo, el relato policial o policiaco, también llamado criminal tiene elementos que son invariables: un crimen y alguien que lo investiga.  En México tuvo un renacimiento en los setenta a partir del modelo que creó el veterano escritor Rafael Bernal en su señera novela El complot Mongol. Pero es en el 71 en que la novela policiaca latinoamericana ve nacer al primer detective independiente totalmente tropicalizado al México postrevolucionario. Héctor Belascoarán Shayne es un detective que conoce perfectamente la Ciudad de México. Es un animal urbano que, como un quijote postmoderno “desface entuertos” porque sigue creyendo en la justicia, pese a que la autoridad no contribuya a ello.  Todo Belascoarán es el corpus de la saga belascorana, quitand

Cuentos macabros

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Es de celebrarse que los viejos maestros, a la luz de nuevas ediciones, se vean tan lozanos y atrayentes como el primer día que salieron de la imprenta. El libro “Cuentos macabros”, ideado e ilustrado por el francés Benjamin Lamcombe es un largo homenaje a Edgar Allan Poe, el escritor norteamericano que lo mismo creó el cuento policiaco que, con las influencias de los poetas malditos franceses, el relato gótico americano. “En los relatos de Poe nunca hay amor. Al menos Ligeia o Eleonora no son, en rigor, historias amorosas, y la idea predominante en torno a la cual gira la obra es otra completamente distinta. Tal vez el poeta creyera que la prosa no es una lengua a la altura de ese extraño y casi intraducible sentimiento, pues en sus poesías, en cambio, si están rebosantes de él.” Asegura Charles Baudelaire, quien fuera su traductor al francés y quien ensalzara sus dotes literarias en la entonces pujante escena artística parisina. Sin embargo la pasión, la obsesión, lo maca