Transgrediendo los límites


 El término “de culto” ha sido tan manoseado en los últimos años que ha perdido totalmente su significado y se ha unido a la lista de palabras que se repiten sin ton ni son. “De culto” es un autor u obra a la cual le rinden un ritual sus seguidores. Por ejemplo, la forma en que se disfrazan y cantan durante las funciones nocturnas de la película “The Rocky Horror Picture Show” o la manera litúrgica en que se guarda la primera edición de “Psychopathia Sexualis”, del leonés Miguel Ángel Martín.
       Esta recopilación de historias breves causó conmoción en la sociedad española que no lo vio con buenos ojos, pero de inmediato le granjeó un grupo de fieles seguidores. El trabajo narraba en pocas páginas una serie de psicopatías sexuales que iban del fetichismo a la necrofilia. Lo que llamaba la atención es que su tipo de dibujo recordaba más a una historieta infantil que a una para adultos; ya se por su línea clara, por sus personajes de cabezas redondeadas o por la paleta de colores que utilizaba, siempre firmes y casi sin degradados.
            La edición italiana fue recogida y prohibida a la venta por su “inducción al suicidio, al homicidio y la pedofilia”. Su editor libro por poco el proceso legal que se le seguía. Pronto la moral se relajó y se pudo apreciar en todo su esplendor el trabajo subsecuente de Miguel Ángel Martín, quien firma siempre como MRTN.
La editorial Reino de Cordelia recopiló en el volumen titulado "Total Over Fuck" esta serie junto a “Anal Core”, “Snuff 2000” y “Hard On”, además de muchos bocetos y portadillas para la disquera noventera Subterfuge. Disquera que catapulto a bandas como Dover o Fangoria.  El volumen incluye, si lo anterior no fuera suficiente, fotografías del detrás de cámaras del corto “Snuff 2000”, motivo de culto y del que muchos hablaban en los noventa pero pocos elegidos habían visto. Trabajo donde aparece un joven Nacho Vigalondo y donde el también peculiar Borja Crespo, hace las veces de director.
"Total Over Fuck" es por lo tanto una pieza para coleccionistas o un buen libro para introducirnos en el trabajo de este personaje que lo mismo hizo el cartel para esa película señera del difunto Jess Frank, “Killer Barbis”, que adapta en historieta los “120 días de Sodoma”, de Sade pero pasada por la lupa de Passolini.
De esos libros que se ven y no vuelven más.

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