Poseídos Entrevista Adrian García Bogliano
Adrian García Bogliano es una
muestra de que filmar no depende de presupuestos, de si el IMCINE da dinero o
no, de quién se gana tal o cual apoyo sino de tener una historia y filmarla; a
la usanza de los cineastas independientes surgidos en los setentas. Su más
reciente película “Ahí va el diablo”, pese a que revela lo apretado de la
producción, destella ingenio y situaciones nunca antes vistas en nuestro cine.
Presentada en pequeños círculos, con una corrida comercial breve en nuestro
país, lo cual es absurdo ya que es un título ya editado en varias partes del
mundo: Canadá, Estados Unidos y partes de Europa.
La cinta narra la desaparición y
posterior reencuentro de los pubertos hijos de una pareja en Tijuana. Poco a
poco la madre se irá dando cuenta que esos que duermen en su casa no son los
mismos niños que se perdieron. Acá una entrevista con el director, Adrián
García Bogliano.
Eres un trashumante, naciste en Argentina, vives en México pero
deambulas por el mundo con tus películas. Al parecer tu único centro es el
terror. ¿Es cierto?
-Me gusta el terror desde niño.
Tuve la suerte de formarme en España, donde las películas no eran prohibidas,
más bien "no recomendadas". Entonces a los ocho años había visto en
cine cosas como From beyond o Videodrome. Eso me cambió de forma muy radical la
forma de acercarme al cine y de entenderlo. Y desde ese momento, aunque me
gustan toda clase de géneros, creo que el terror es el que considero el mas
catártico y el más divertido de hacer.
Tus cintas están plagadas de sexo, de una fascinación por la mujer y
claro por la crudeza de las cintas de los setenta. ¿Es consciente esto?
-Sí. Mis primeras cuatro
películas se centraban en relaciones femeninas. He ido cambiando esto un poco,
para ir probando otras cosas y no quedarme en una zona de confort pero sin duda
los personajes femeninos se me hacen muy interesantes. Creo que me influyeron
mucho las mujeres del cine de Dario Argento y Richard Stanley. Luego descubrí a
Carlos Enrique Taboada, que para mí es uno de los grandes maestros del terror a
nivel mundial y con el que comparto la fascinación por retratar a la mujer. El
tema del sexo, para mi es crucial en una época donde casi todo en el cine de
terror se siente tan falso, donde la violencia en general nos tiene anestesiados,
la sexualidad sigue siendo una bofetada para el espectador.
Ahí va el Diablo no es una cinta amable. Logras momentos excelentes
(como la escena de sexo en el auto). ¿Cómo fue el filmarla?
-La escena en el coche es de mis
favoritas de todo lo que he filmado en mi vida. En general escucho que la gente
dice que les resulta sexualmente excitante y perturbadora a la vez... ¿Qué más
se puede pedir de una sola escena? Y en cuanto a filmarla, las escenas de sexo
son igual que cualquier otro material: hay que tener las ideas claras, saber de
qué se trata realmente la escena e ir al corazón de su significado. Y claro,
tener buenos actores que crean en el guión.
Nos podrías contar como ha sido la recepción de tu cinta en el mundo y
ahora en México.
-La recepción ha sido muy buena a
nivel mundial. La película tuvo su premier en Toronto y ha estado viéndose en
festivales de todo tipo, no solo de género; lo cual es bueno porque significa
que hay algo que toca una fibra distinta que el grueso de las películas de terror.
Creo que nadie sale indiferente de ver la película y eso es lo más que puedo
esperar yo. En México el público la ha aceptado muy bien; lamentablemente para
muchos distribuidores como no es una película con rostros conocidos y que
transcurra en el DF, ni es una película filmada en la provincia acerca del
narco, les parece que no hay nada que puedan hacer con ella. Pero yo creo que
si sirve para seguir ensanchando un poco las fronteras del género aquí en
México, yo estoy satisfecho.
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