Decálogo de escritura de Elmore Leonard

1 Nunca empiece un libro hablando del tiempo para dar ambiente, aunque sí puede hacerlo si quiere mostrar la reacción de su personaje ante ese tiempo.
2 Evite los prólogos. En una novela, el prólogo se usa para hablar sobre la historia de fondo de los personajes. Y esa información la puede deslizar también en cualquier otro punto de la historia.
3 Nunca use otro verbo que no sea “dijo” para acotar el diálogo. El diálogo pertenece a los personajes y las acotaciones son el lugar en el que el autor mete su nariz para que el lector sepa quién está hablando. El autor debería ser lo menos intruso posible.
4 Nunca use un adverbio para modificar ese verbo “dijo”. Es un pecado mortal. Al utilizar esos adverbios, el escritor se expone por encima de sus personajes, distrayendo al lector e interrumpiendo el ritmo del diálogo.
5 ¡No se exceda con los signos de exclamación! Para darle una idea, imagine que no se le permiten más de dos o tres exclamaciones por cada 100.000 palabras de prosa.
6 Nunca use expresiones como “de repente”. Esta regla no necesita mayor explicación. He comprobado que los autores que más usan este tipo de expresiones son también los más generosos con sus signos de exclamación.
7 Utilice los dialectos regionales lo menos posible. Una vez que empiece a transcribir fonéticamente esos dialectos, no será capaz de parar. Así que lo mejor será que no tomar ese camino.
8 Evite las descripciones detalladas de los personajes.
9 Lo mismo es también aplicable a los lugares y a los objetos, a no ser que Ud. sea Margaret Atwood y sea capaz de pintar con el lenguaje.
10 No escriba las partes que los lectores se suelen saltar. Piense en qué es lo que Ud. suele saltar en una novela y no malgaste su tiempo (ni el de su lector) en escribir esos trozos.
Fuente: The Guardian.

Comentarios

Entradas populares de este blog

Un chango de Malasia

Lemmings, cuento de Richard Matheson

Los spoilers y la Revista Dicine